Misión Permanente en Paraguay: Evangelizar la Familia- AÑO DE LA FE

Misión Permanente en Paraguay: Evangelizar la Familia- AÑO DE LA FE
Parroquia San Pedro y San Pablo --- "Misión Permanente en Paraguay: Evangelizar la Familia" --- Tel: (021) 334 - 595

miércoles, 17 de octubre de 2012

Jueves de la Vigesimoctava semana 18 de octubre, Fiesta de San Lucas, evangelista

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 10,1-9


El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde Él debía ir.
 
Y les dijo: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni provisiones, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
 
Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que descienda la paz sobre esta casa!" Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario.

No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes"».

Palabra del Señor!!!

Meditación

Misión de los setenta y dos. Ya en 9,1-6 Jesús había hecho un primer envío de los Doce, con lo cual quedaba simbolizado el pueblo de Israel compuesto por doce tribus. Ahora designa a otros setenta (o setenta y dos) para enviarles también a predicar el reinado de Dios.
 
El número «setenta» podría tener aquí el valor simbólico de «todo el mundo», según la tradición de que todo el mundo estaba dividido en «setenta naciones» (Gn 10); sea como fuere, sí hay una alusión en la perspectiva lucana a la universalidad del mensaje y a la universalidad de la vocación y urgencia del anuncio.

Fuente: El Evangelio en Casa día a día

Miércoles de la Vigesimoctava Semana 17 de octubre, San Ignacio de Antioquía

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 11,42-46


Jesús dijo a los fariseos:
 
«¡Ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y ser saludados en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven y sobre los cuales se camina sin saber!»
 
Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: «Maestro, cuando hablas así, nos insultas también a nosotros.»
 
El le respondió: «¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!»

Palabra del Señor!!!

Meditación

Contra los doctores de la Ley. La puntualidad en el tributo sobre cosas tan mínimas como las hierbas aromáticas frente al descuido o la indiferencia por lo más importante: la limosna, la justicia y la generosidad. Estas actitudes han hecho de los fariseos unos sepulcros sin señalización; a la hora de la verdad, «contaminan» a la gente.
 
Jesús también denuncia a los escribas: Los juristas junto con los fariseos, se ufanan de ser los «guardianes de la fe», pero en realidad lo que han hecho es imponer al pueblo pesadas cargas que ellos mismos ni pueden ni quieren mover.
 
Se creen mejores que los antiguos cuando en realidad son iguales o peores. Con el conocimiento que tienen de la Ley y de la Escritura y su forma de interpretarla, ellos se han alejado del Dios vivo y verdadero y además,obstaculizan al pueblo el acceso a ese Dios.

Fuente: El Evangelio en Casa día a día

Martes de la Vigesimoctava Semana 16 de octubre

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 11,37-41


Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó que no se lavara antes de comer.
 
Pero el Señor le dijo: «¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.»

Palabra del Señor!!!

Meditación 

Contra los fariseos. Jesús critica a los fariseos en un tono de amenaza: El apego a las leyes de purificación externa, que Jesús denuncia como una manera de encubrir la podredumbre interior. La Biblia no exigía estas purificaciones. Pero los maestros del tiempo de Jesús insistían cada vez más en la necesidad de lavarse manos y pies, copas y platos antes de sentarse a comer. Lo que era una norma de higiene, ellos lo habían hecho mandato de Dios.
 
Jesús se rebela contra estas obligaciones, que ellos han hecho religiosas y es consciente que le van a reprochar su proceder. Pero él, en tono fuerte, les echa en cara su falsedad y su vida vacía: Son ladrones y malos con su prójimo y de eso no quieren arrepentirse o
limpiarse, y se conforman con lavarse las manos y limpiar sus utensilios a la hora de comer.
 
Su comida es fruto de los robos que han hecho, y del salario retenido a sus obreros, pero eso no les preocupa. Y se escandalizan porque Jesús no se lava las manos para comer. De vez en cuando, es bueno escandalizar a estos fariseos.

Fuente: El Evangelio en Casa día a día

Lunes de la Vigesimoctava Semana 15 de octubre, día de Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 11, 29-32


Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación.
 
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón.
 
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.»

Palabra del Señor!!!

Meditación 

Aquí se amplía y se ilustra mejor la respuesta de Jesús a quienes le pedían señales milagrosas (16); éstas no suscitan la fe, alimentan la curiosidad. Los signos o milagros de Jesús suponen una actitud de fe porque es sólo desde ella como el creyente puede descubrir y entender una acción divina; por eso Jesús llama perversa a «esta generación», a sus adversarios, que jamás podrán descubrir la acción divina en Jesús, en sus palabras y signos porque estando llenos de sí mismos no han dejado el mínimo espacio para Dios.
 
Los habitantes de Nínive, siendo pecadores, no recibieron más señal divina que la venida de Jonás, que los invitaba a la penitencia. Los contemporáneos de Jesús se creen los “buenitos” por ser el pueblo de Dios y no se dan cuenta que les ha llegado la hora de cambiar de vida. Los paganos creen a Jonás, y los hijos de Israel no creen en el Mesías de Dios.

Fuente: El Evangelio en Casa día a día

Sábado de la Vigesimoséptima Semana 13 de octubre

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 11,27-28

Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: «¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!»
 
Jesús le respondió: «Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican.»

Palabra del Señor!!!

Meditación 

Podríamos decir que el pueblo sencillo, que entusiasmado por la figura maravillosa de Jesús, prorrumpe en una bienaventuranza de María, por boca de una mujer sencilla del pueblo: “Bienaventurado el vientre que te llevo por nueve meses y los pechos que te amamantaron”.
 
A través de Cristo, el piropo se dirige a María, su madre bendita, que debe sentirse orgullosa de tal hijo. Y, por supuesto que el Señor lo acepta complacido, pero como buen pedagogo, añade una puntualización: “Dichosos, mejor, los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”. Como queriéndonos decir: Como todos no pueden ser mi Madre, mas dichosos aun los que cumplen la voluntad de Dios”.

He aquí una nueva bienaventuranza, añadida al sermón de la montaña, la de la palabra, que en su intención primera, tienen destinatario universal, pero que viene a constituir un nuevo piropo para María, y esta vez no de parte de un ángel, sino de su hijo Dios.
 
Ella fue la primera que aceptó la palabra de Dios, que la “perturbó”, pero que al conocer que era la voluntad de Dios, aceptó con un “SÍ” incondicional. “Hágase en mi según su palabra”, fue un asentamiento de fe que abrió todo un mundo de salvación. Qué difícil es decirle “SÍ” A LA VOLUNTAD DE Dios en todo momento, pero aprendamos que es la que nos lleva a la segura bienaventuranza.

Fuente: El Evangelio en Casa día a día

Viernes de la Vigesimoséptima Semana 12 de octubre

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 11,15-26
                                                
                                                 
 
Habiendo Jesús expulsado un demonio, algunos de entre la muchedumbre decían:
 
«Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios.» Otros, para ponerlo a prueba, exigían de Él un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes.
 
El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: "Volveré a mi casa, de donde salí." Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada. Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio.»

Palabra del Señor!!!

Meditación

En el evangelio de hoy San Lucas nos cuenta el estupendo milagro que hizo Jesús al curar a un endemoniado, expulsando al maligno. La mayoría de la multitud quedó admirada. Pero, como siempre, algunos, que no aceptan el mesianismo de Jesús, murmuraron: “Si hecha los demonios es por su complicidad con Belzebul, el jefe de los demonios”. Unos admiraron el poder y la misericordia de Jesús, otros le atribuyeron su complicidad con el demonio.
 
Con una lógica tajante el Señor desbarata a los mal intencionados, diciéndoles: No se dan cuenta que todo reino dividido, necesariamente va a la ruina. Entonces si Satanás es cómplice mío, está dividido y no podrá mantener su reino. En realidad la única explicación valida es que venció el más fuerte, el que verdaderamente tiene poder sobre todas las cosas, Jesús, pues el hecha los demonios “con el dedo de Dios”, es decir, con su poder. Confiemos siempre en el poder y la misericordia de Dios, en nuestras oraciones

Fuente: El Evangelio en Casa día a día

miércoles, 10 de octubre de 2012

Jueves de la Vigesimoséptima Semana 11 de octubre


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 11, 5-13


Jesús dijo a sus discípulos:

«Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: "Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y desde adentro él le responde: "No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos."

Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre.

¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión?

Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan!»

Palabra del Señor!!!

Meditación

En el evangelio de ayer Jesús nos enseño el Padre Nuestro. En el texto de S. Lucas, hoy nos habla de la necesidad de una oración perseverante, una deficiencia muy común en nuestra práctica de la oración. A veces nos contentamos con la misa de los fines de semana y aún, asistir a misa no es garantía de que hemos rezado. El texto de hoy se divide en dos partes: la muy pedagógica parábola del amigo importuno y las tres peticiones de un niño a sus padres.

La parábola nos encarece en la necesidad de una oración perseverante. Dios es el amigo que escucha desde dentro al más importuno de fuera. Podemos estar seguros que Él es nuestro Padre amoroso y porque así lo prometió. Y para mejor ilustrar la eficacia de la oración perseverante nos ofrece las tres peticiones que un niño judío hacia a sus padres: un pan, un pez o un huevo. “y SI Uds. que son malos saben complacer la petición de los suyos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?

Fuente: El Evangelio en casa Día a Día

Miércoles de la Vigesimoséptima Semana 10 de octubre


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 11,1-4



Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos.»

El les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación.»

Palabra del Señor!!!

Meditación

Indudablemente que el Padre nuestro es la oración más perfecta que tenemos los cristianos, pues la compuso el mismo Jesucristo. Es una verdadera síntesis de todo el Evangelio. Lo rezamos tan superficialmente y así desaprovechamos esta verdadera teología de la oración. Lo recitamos tan inconscientemente, así como lo hacemos con el himno nacional.

Necesitamos descubrir de nuevo el Padre Nuestro como una escuela de oración cristiana, para rezarla siempre como una sorpresa de una primera comprensión. En la primera parte pedimos la santificación del nombre de Dios, la manifestación plena de su Reino y el cumplimiento de su voluntad. En la segunda pedimos que no nos falte el pan de cada día, el perdón de nuestros pecados, porque nosotros estamos dispuestos a perdonar a los que nos han ofendido y la victoria sobre la tentación del mal. Cuando rezamos el Padre Nuestro recordemos que nos lo enseñó el mismo Jesús.

Fuente: El Evangelio en casa Día a Día

lunes, 8 de octubre de 2012

Martes de la Vigesimoséptima Semana 9 de octubre


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 10, 38-42


Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.

Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.»

Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada.»

Meditación

Marta y María que viven en Betania con su hermano Lázaro, a quien Jesús había  resucitado, eran muy amigas del Señor. De hecho, cuando la noche le tomaba por el camino, Jesús solía hospedarse en la casa de esta familia. En una de esas, el Señor quiso dejarnos un catecismo práctico y provechoso.

Resulta que cuando Jesús llegaba a esta casa, Marta se sentía muy complacida y comenzaba a arreglar la casa y cocinar de lo mejor, para que el Señor se sintiera a  gusto. Por su parte a María le encantaba sentarse a lado de Jesús a escucharle. Un buen día, Marta, atorada por tantas actividades, le pide a Jesús que le diga a su hermana María que venga a ayudarle.

Entonces el Señor, gran aprovechador de circunstancias, imparte su catecismo para Marta y todas las generaciones. Le dice cariñosamente: Marta estás inquieta y nerviosa por muchas cosas, sólo una es necesaria. María ha escogido la mejor parte. Aquí hay que comprender que Jesús no descalifica la despreocupación de Marta al servicio de la hospitalidad. Si le advierte de un peligro, en el que fácilmente podemos caer: el activismo exagerado descuidando “lo único necesario” y por eso le alaba a María, “porque ella escogió la mejor parte”.


Fuente: El Evangelio en casa Día a Día

Lunes de la Vigesimoséptima Semana 8 de octubre


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 10, 25-37


Un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?» Jesús le preguntó a su vez: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?» El le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo.»

«Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida.» Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: «¿Y quién es mi prójimo?» Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. 

También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver."

¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?» «El que tuvo compasión de él», le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: «Ve, y procede tú de la misma manera.

Meditación
El doctor de la ley se autoresponde a su pregunta, pero no lo tiene muy claro 
pues la respuesta de las escuelas rabínicas con respecto al “prójimo” se limitaba a 
los parientes, amigos y compatriotas. El letrado quiere saber cuáles son los límites 
del amor al prójimo. Jesús le responde con la maravillosa parábola del buen 
samaritano, que ya no deja dudas sobre “¿quién es el prójimo?” Son tres los 
personajes que pasan frente al prójimo y ciertamente tienen diferentes conceptos 
del “prójimo”.


El sacerdote y el levita ni siquiera le miran al pobre desgraciado herido y tirado en 
la cuneta. Pero un discriminado religioso, un samaritano, es el único que atiende 
al desventurado, demostrando un amor espontaneo y desinteresado. No es 
apenas una compasión. Es una muestra de amor. Nada se hace a medias. Y no 
existe el temor “si hago este favor me va a costar mucha plata y llevar mucho 
tiempo”.



Nuestras típicas excusas para no “meternos en líos”, es decir para no cumplir con 
el primer mandamiento. Como muchos de nosotros, el doctor de la ley piensa en 
sí, cuando pregunta: ¿Dónde está el límite del amor al prójimo? Jesús le 
responde: No hay límites para el mandamiento del amor.



Fuente: El Evangelio en casa Día a Día

viernes, 5 de octubre de 2012

Viernes de la Vigesimosexta Semana 5 de octubre


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 10, 13-16


¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza. Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.

Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza a Aquél que me envió.

Palabra del Señor!!!

Meditación

Este texto forma parte de la conclusión del mensaje del envío de los setenta y dos discípulos. El Señor llama a la conversión y luego pide escucharlo y seguirlo. La escucha activa del discípulo es la obediencia fiel que le debe a su Maestro. En guaraní decimos “iñe'ërendu”, es obediente, cuando la persona cumple con lo que escuchó. Estos son los pueblos que no han aceptado a los misioneros, en quienes Jesús se identifica. El juicio es más benigno para quienes no han escuchado la Palabra porque no conocen a Dios ya que nadie les ha predicado que para quienes la escuchan y la rechazan.

Jesús envía a los suyos, a quienes les encomienda un tesoro para extenderlo a todas las gentes de la tierra. Sabemos que Él se identifica en los pequeños, pero también en quienes propagan su mensaje, su Palabra al mundo, aquellos enviados a misionar en el mundo para que los pequeños entiendan el verdadero valor de su vida. Además, este texto puede representar la tragedia para el pueblo de Israel y para quienes se sienten escogidos, y sin embargo rechazan la llegada de la Salvación en Jesús, el Mesías, el Señor. Vale la pena arriesgarse a expandir el reino, así como la luz o el bien deben ser
compartidos.

Gracias Señor por aceptar tu Palabra de vida, por acoger a tus enviados en nuestra vida personal, familiar y comunitaria. Que tu Espíritu nos unja y ayude a discernir tu presencia en nuestros hermanos y nunca rechazarte aunque represente arriesgar la propia vida.

Fuente:  El Evangelio en casa Día a Día

miércoles, 3 de octubre de 2012

Jueves de la Vigesimosexta Semana 4 de octubre, día de San Francisco de Asís



Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 10, 1-12


El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo
precedieran en todas las ciudades y sitios adonde Él debía ir.Y les dijo: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.

Al entrar en una casa, digan primero: "¡Que descienda la paz sobre esta casa!." Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario.

No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: "El Reino de Dios está cerca de ustedes." Pero en todas las ciudades donde entren y no los reciban, salgan a las plazas y digan: "¡Hasta el polvo de esta ciudad que se ha adherido a nuestros pies, lo sacudimos sobre ustedes! Sepan, sin embargo, que el Reino de Dios está cerca."

Les aseguro que en aquel Día, Sodoma será tratada menos rigurosamente que esa ciudad.»

Palabra del Señor!!!



Meditación
Cabe resaltar que los doce siguen siendo el fundamento de toda misión de la Iglesia. Pero también están otros a quienes Jesús había escogido, porque la mies es mucha y los trabajadores son pocos. El texto habla de los 72 discípulos enviados, número de plenitud y signo de todos los misioneros de los tiempos de Jesús y posteriores a los tiempos de Jesús proyectados de generación en generación hasta nuestros días. A través de esos discípulos la misión de Jesús alcanza todas las fronteras de la historia, llegando a su plenitud en la gran meta de la cosecha escatológica. Se unen todos los discípulos en el camino de Jesús al Padre.

Algunas conclusiones que salen de nuestro texto: El reino llega. No es la misión que genera el reino, sino que el reino suscita (genera) misioneros que lo anuncien y dispongan. Ese reino viene como “paz”. Esa paz no consiste en la ausencia de una guerra abierta, sino en la irrupción y la presencia de los bienes mesiánicos: apertura a Dios y la justicia entre seres humanos. La Palabra de Jesús asegura al misionero la posibilidad de que se escuche su mensaje. El mensajero dedicado enteramente a la tarea del reino ofrece gratuitamente la palabra; aquellos que le escuchan tienen que ofrecerle su hogar y su comida. 

Termina con la posibilidad de un enfrentamiento, pues está al día el tema de las persecuciones si no se responde a los intereses particulares. Pero los perseguidores corren el riesgo de un fracaso para entrar en la presencia de Dios. Los primeros cristianos tenían claro su objetivo: la patria celestial, y eso les motivaba a perseverar sin temor alguno a enfrentar las adversidades con la firme esperanza en la Gloria de Dios.

Gracias Señor por tantos misioneros en el mundo entero, que nos ayudan a recibir tu mensaje y tu Persona adecuadamente. Bendice a todos los misioneros del mundo entero y enséñanos a ser tus discípulos misioneros todos los días de nuestra vida.

Fuente:  El Evangelio en casa Día a Día